Rollista

Leila Hamuy (Argentina)

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Pistas de despegue

  • El mundo presenta un abanico de realidades desde las más positivamente humanas a las más espantosas y aterradoras.
  • La persona conoce, incluso vive en ocasiones, situaciones que le provocan angustia y ansiedad.
  • La esperanza no es fingir que no existen los problemas, es la forma más exacta de encontrar las soluciones.
  • En el libro ‘E.B. un aprendiz de cristiano’ se nos habla de dos posturas: abrirse al asombro de creer o cerrarse a la angustia de no creer.
  • La esperanza como virtud teologal está latente en nosotros hasta que la vamos desarrollando. La esperanza implica una espera activa no un quedarse de brazos cruzados.
  • La esperanza nos viene del Señor que de manera asombrosa confía en nosotros,  Él que es quien mejor nos conoce, a nosotros y a nuestras capacidades.
  • La esperanza facilita:
    • Que nos mantengamos en la actitud de abrirnos al asombro cada día porque sabemos en quien esperamos.
    • Que vivamos nuestra fe sin cerrarnos a la angustia y la ansiedad.
    • Que comprendamos que nosotros, como nuestra vida, podemos ir siendo mejores y más felices.
  • La esperanza no es ilusoria, solamente desde ella se pueden ir renovando las realidades hacia el bien.
  • “La esperanza, quizás menos conocida que la fe y la caridad, nunca debe confundirse con el optimismo humano, que es una actitud más relacionada con el estado de ánimo. Para un cristiano la esperanza es Jesús en persona, es su fuerza de liberar y volver a hacer nueva cada vida”. Papa Francisco.
  • “La esperanza y la libertad van juntas donde no hay esperanza no puede haber libertad”. Papa Francisco.
  • Es Cristo el que hace nuevas todas las cosas, más maravillosamente que en la Creación, el milagro de hacer todo nuevo: lo que hace en mí, en ti, en nosotros. Cristo es el motivo de nuestra esperanza.
  • Se produce desesperanza cuando no distinguimos entre las circunstancias que el Señor ha vinculado a nuestra acción y las que de momento sólo están al alcance de nuestra oración. Nada de lo humano nos es ajeno.